El
mayor peligro de la ciudad de Pucón es que lava incandescente escurra a los
glaciares del Volcán Villarrica y provoque un gigantesco aluvión que baje por
el rio Turbio.
Este escenario ocurrió
el 18 Octubre 1948
a las 06.25 horas de la mañana,
cuando
se vio una
explosión de enormes proporciones, formándose sobre el cráter una nube volcánica en forma de Hongo atómico.
Esa erupción explosiva, fundió parte del casquete glaciar Turbio –Pichillancahue, junto con el deshielo de las nieves eternas, que cubre
los flancos del cono, dando origen a lahares o avalanchas de lodo que
descienden por todos los costados del volcán, por los valles hasta alcanzar los
lagos Villarrica, Calafquén.
Los mayores lahares bajaron en el sector Norte, que comprende la
ciudad de Pucón y Villarrica por el Rio Turbio y los esteros Voipir, Molco, Loncotraro, Correntoso,
llegando hasta el lago Villarrica.
Por el costado sur, otro gran Lahar bajó por el lado de
Coñaripe, llegando al lago Calafquén.
Todas las corrientes de barro arrasaron grandes árboles,
enormes troncos y bloques de lava hasta los 10-20 m³ de dimensión, destruyendo
bosques, viviendas, caminos y cuantas construcciones encontraron a su paso, en
sus recorridos abrieron surcos profundos hasta 6 metros y anchos hasta más de 50 metros .
En un tiempo de ½ hora, que demoraron hasta llegar a los pies del lago Villarrica. Los
ríos se salieron de sus cauces, alcanzando, en algunos puntos, un ancho hasta
más de 1.500 metros.
Fue tal la violencia de los lahares, que algunos bloques de
hielo de varios metros cúbicos fueron depositados en zonas distales.
Relatos de
testigos señalan, haber observado varios iceberg flotando en las aguas del río Toltén.